Muñecas de parto y lactancia tejidas a ganchillo
Las Teresitas son el resultado de mucho pensar en el momento de ver nacer, de ver florecer, de transitar por la vida acompañando la infancia y la familia. Hace varios años que vengo trabajando en ellas, tejiendo cada uno de sus detalles, pensando en el color y diseño de sus vestidos, compartiendo con otras mujeres el sueño de rendir un homenaje a la maternidad.
¡No te quedes sin la tuya!
Una colección exclusiva, pocas unidades.
Precio: 135€ (+ gastos de envío fuera de Barcelona)
No fui consciente del momento que nacieron “Las Teresitas” hasta hace poco, cuando recordé tejer la primera de ellas “Candela”, con cierto parecido a mi abuela. En el momento de la muerte de mi abuela Teresa, aparte de vivir el duelo por su partida y ver la ruptura de un grupo familiar que se mantenía gracias a su presencia, surgieron muchos cambios en mi vida que tocaron varios aspectos. En la salud física se notó más, mi cuello y espalda soportaban mucho dolor y necesitaba parar. Vino además la pandemia y debí dejar atrás la actividad laboral que desarrollé por 18 años como educadora en una escuela infantil que vi nacer y ser un lugar de educación alternativa pionero en Barcelona.
Por esos días de tantos cambios recibí la visita de mi tía, una de las hijas mayores de mi abuela, ella iba de paso hacia Oslo, para acompañar a mi prima (su hija) en el momento del nacimiento de su bebé. Bastaron solo dos días de mi tía en casa, para darme cuenta de que ella tenía mucho que contarme, de lo que yo no sabía sobre la señora Teresa (es así como mi madre llamo a su suegra siempre). Mi abuela fue madre de 15 hijos, hija de madre soltera, de las primeras mujeres que aprendieron a leer en su pueblo natal. En su juventud se dedicó a escribir cartas para las personas que necesitaban comunicarse y a enseñar a leer. Luego de ser madre, trabajó en la costura y en la crianza de una familia numerosa, junto con mi abuelo que era sastre.
Me di cuenta de las cosas que compartí con la vida de ella, recordando los oficios y profesiones que realizaron mis ancestros: artesanía, diseño, costura, docencia y crianza de una familia numerosa. No es exactamente mi caso pues no he sido madre, pero siempre me he sentido “maternal”, cuidadora y guía de los niños, familias y ahora mismo de mis alumnas “mujeres tejedoras” que se unen a mis clases.
Durante mi trabajo como educadora, acompañé a través del ambiente de juego a los niños y sus familias en el momento del embarazo, parto y lactancia, observaba que los que estaban esperando un hermano necesitaban procesar esta vivencia familiar y entender la transformación de su madre y la familia. En el grupo tenía una niña de casi 3 años, cuya mami estaba esperando un bebé. Veía como jugaba con unos muñequitos pequeños a ponerlos dentro de su ropa, expresaba que estaban dentro de su panza y no podían salir de allí porque todavía no habían nacido. Pensé entonces en la necesidad de tener en la escuela un objeto para representar y recrear a través del juego sus preocupaciones, imaginé a la muñeca mamá tejida en ganchillo.
Nacimiento, cambios, despedidas, duelos, “Las Teresitas” son en definitiva una expresión, de renacer, una distinción a la belleza de la mujer, de la gestación, de la vida, la maternidad y el origen de mi familia. Son hijas, mamás, primas, hermanas, tías, sobrinas y amigas, mujeres que hacen parte de mi vida como educadora, diseñadora y mujer, con una trayectoria profesional en infancia-familia y educación.
Están inspiradas en mujeres que conozco, sus características: pelo, color de piel, ropa y materiales, fueron escogidos con mimo y detalle, para asegurarme que todas albergan la ternura y belleza del cuerpo femenino, así como ese inmenso poder de cuidar y acoger la vida de un bebé.
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